El cuarto ideal... cual será ese cuarto ideal?
Cuatro paredes y esa ventana, la ventana que abres y no ves nada, esa ventana ruidosa, de marco sucio y deteriorada, que representa años de poco cuidado. No entra luz, tampoco entra la briza cálida de verano, ni el viento húmedo y frío del invierno. Esa ventana, abierta o cerrada no es nada.
Están los muebles, esos muebles... son tan extraños. Todos hacen juego y crujen, son unos muebles viejos pero están restaurados, limpios, antiguos, llenos de recuerdos, de historias, sensaciones y emociones, son los muebles de mis abuelos. Lindos recuerdos.
Frente a la cama, un espejo grande refleja mi habitación, aunque creo que es mucho más que un espejo, es mucho mas que el objeto donde me veo y me arreglo el pelo, mucho más que el retrato de cuando me maquillo por las mañanas, un espejo grande que refleja día a día mi alma, mi estado de animo, absorbe cada expresión y esas emociones que me invaden. Con cada mirada, el espejo es el primero en saber como me siento, con solo mirarlo, solo con ese simple reflejo…
El closet, me da miedo… siempre lo mantengo cerrado pensando que algo saldrá de ahí, ese pensamiento infantil como si un monstruo despierta en la noche solo asustarme con el simple hecho de que este abierto. Río. Pensamientos infantiles!!, pero lo cierto es que me asusta un poco, esa oscuridad que hay dentro del. Creo que cambiaría el closet! Definitivamente lo cmbiaría!.
Mi cama, mi cama es especial, es cómoda o más bien yo la siento cómoda, donde duermo a diario, aunque hubieron tiempos en los que no específicamente la utilizaba para dormir, solo la llenaba de una espesa lluvia. Esa cama donde por las noches no puedo dormir, pero a pesar de eso siempre me recibe. Rara vez esta hecha y siempre con ropa encima, desordenada.
Y mi almohada, la amo!. ¿Quién puede amar una almohada?... creo que yo, es silenciosa, te escucha y no habla, te consuela cuando tienes pena, y absorbe tu cansancio. Hasta uno piensa que te da consejos, pensamientos de fantasía.
¿Es el cuarto ideal?
Para mí… es perfecto. Es mi lugar, tiene mi olor y constantemente puedo decir que es mio, algo propio, donde siempre puedo ir, y no recibire un no como respuesta. Lleno de mi energía, mis gustos y mis cosas…
Es mi lugar preferido.
Un lugar que no miente…
